Las cocinas industriales deben contar con un sistema de extracción con el objetivo de eliminar los humos y olores que se puedan acumular a causa del desarrollo de las actividades propias de un negocio de hostelería.
Sin embargo, en los extractores tiende a acumularse la grasa y también en la campana, los filtros y los conductos. Esto es muy peligroso ya que esta grasa es inflamable y es habitual que cause incendios en los restaurantes en los que no se elimina a tiempo.
También provoca un sobreesfuerdo del ventilador, que consume más energía de lo que podría gastar: Esta suciedad también bloquea la ventilación y genera malos olores.
Por todo esto hay que realizar limpiezas periódicas de estos sistemas para evitar correr riesgos.